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Primera infancia

Deseamos que las niñas y los niños exploren, descubran y sueñen el mundo desde sus percepciones, a través de estrategias pedagógicas o Actividades Rectoras de la Primera Infancia.

EL JUEGO

Imaginar el mundo de la infancia sin el juego es casi imposible. Las primeras interacciones corporales con el bebé están impregnadas del espíritu lúdico. Estos juegos corporales iníciales que se despliegan en la interacción entre la niña, el niño, su maestra, maestro y agente educativo contienen toda la riqueza lúdica del arrullo, el vaivén y el ocultamiento, que son la base de la confianza, la seguridad y la identidad del sujeto que al tiempo permite emplear el cuerpo de manera más activa. Como reflejo de la cultura y la sociedad y en él se representan las construcciones y desarrollos de los entornos y sus contextos, razón por la cual el juego es considerado como medio de elaboración del mundo adulto y de formación cultural, que inicia a los pequeños en la vida de la sociedad en la cual están inmersos, desde esta perspectiva, el juego permite aproximarse a la realidad del niño y la niña.

LA LITERATURA

Hoy se sabe que la variedad, el desafío y la calidad de las experiencias verbales y no verbales brindadas al bebé construyen su cerebro, y es igualmente cierto la vida emocional está enraizada en el vínculo afectivo cercanas, que lo envuelven entre múltiples lenguajes. Las bases para comunicarse, para expresar la singularidad, para conocer, conocerse y conocer a los demás, para sentir empatía y para operar con símbolos se construyen en los primeros años de la vida y por eso el trabajo cultural, entendido en sentido amplio como el acceso y el disfrute de todas las artes, del juego, de la lectura y de las prácticas familiares y comunitarias que identifican y vinculan a las niñas y a los niños con su herencia simbólica es un componente prioritario de la educación inicial. Las niñas y los niños son especialmente sensibles a las sonoridades de las palabras y a sus múltiples sentidos.

Necesitan jugar con ellas, ser nutridos, envueltos, arrullados y descifrados con palabras y símbolos portadores de emoción y afecto, en sentido amplio, la literatura en la primera infancia abarca no solo las obras literarias escritas, sino también la tradición oral y los libros ilustrados, en los que se manifiesta el arte de jugar y de representar la experiencia a través de símbolos verbales y pictóricos. La riqueza del repertorio oral que representan los arrullos, las rondas, las canciones, los cuentos corporales, los juegos de palabras, los relatos y las leyendas, hacen parte de la herencia cultural que, junto con la literatura infantil tradicional y contemporánea, constituyen un acervo variado y polifónico en el cual las niñas y los niños descubren otras maneras de estructurar el lenguaje, vinculadas con su vida emocional.

EL ARTE

Observar las rondas y los juegos de tradición oral permite constatar cómo la literatura, la música, la acción dramática, la coreografía y el movimiento se conjugan. Desde este punto de vista, las experiencias artísticas -artes plásticas, literatura, música, expresión dramática y corporal- no pueden verse como compartimientos separados en la primera infancia, sino como las formas de habitar el mundo propias de estas edades, y como los lenguajes de los que se valen los niños y las niñas para expresarse de muchas formas, para conocer el mundo y descifrarse.

Dentro del ciclo vital es en la primera infancia cuando los seres humanos están más ávidos y más dispuestos a esas formas de interactuar con el mundo sensible. El hecho de “estrenar”, palpar e interrogarse por cada cosa, de fundir la comprensión con la emoción y con aquello que pasa por los sentidos hace de la experiencia artística una actividad rectora de la infancia.

LA EXPLORACIÓN DEL MEDIO

Las niñas y los niños llegan a un mundo construido. Un mundo físico, biológico, social y cultural, al que necesitan adaptarse y que los necesita para transformarse. En él encuentran elementos y posibilidades para interactuar gracias a sus propias particularidades y capacidades. Los sentidos gustar, tocar, ver, oler, oír- cumplen un papel fundamental en la exploración por cuanto sirven para aproximarse al medio de diversas maneras. Explorar permite a las niñas y los niños cuestionarse, resolver problemas, interactuar, usar su cuerpo, investigar, conocer, ensayar, perseverar, ganar independencia.

Esta experiencia implica un proceso de construcción de sentido acerca de lo que pasa en el mundo y de lo que significa ser parte de él. El juego, la literatura, el arte y la exploración del medio son actividades en muchos casos interdependientes. Así, por ejemplo, cuando la niña o el niño juega o explora, puede hacerlo manipulando materiales plásticos como pinturas o arcillas, con lo cual se acerca a una experiencia artística. También hay casos en donde el juego se combina con la expresión literaria y musical Según el documento Fundamentos políticos, técnicos y de gestión de la estrategia de atención integral a la primera infancia del ICBF, para la situación actual de la contingencia sanitaria, por el Covid 19, el talento humano de las UDS debe orientar y acompañar el desarrollo y apropiación de las 14 prácticas de cuidado y crianza en el hogar, como medio de fortalecimiento a las familias.

Las prácticas entendidas como habilidades o experiencias que se adquieren con la realización continua de un comportamiento, acción o actividad, están diseñadas para invitar a las familias a que tengan interrelaciones de cuidado sensible con sus niños y niñas desde la gestación y potenciar su desarrollo integral a lo largo del aislamiento preventivo. Las experiencias en el hogar están encaminadas a crear espacios intencionados para que las familias y cuidadores se conecten con las niñas, niños y mujeres gestantes en la cotidianidad del hogar. Las primeras 9 prácticas están relacionadas con el cuidado, la salud, la higiene, la prevención de accidentes y la promoción de hábitos alimentarios adecuados, las otras 5 están dirigidas a potenciar el desarrollo infantil, ya que se relacionan directamente con el sentido de la educación inicial: goce del juego, expresiones artísticas, la literatura y la exploración del medio que a su vez contribuyen con la construcción de la identidad, el desarrollo de la autonomía, la construcción de normas y límites y la vivencia de interacciones sensibles y acogedoras. Estas prácticas determinan la intencionalidad de las experiencias en el hogar y ayudan a orientar a la familia en estos tiempos de pandemia.